jueves, 19 de abril de 2012

Pregunta 1

Cuatro aspectos de importancia de la Etica para los negocios relacionados con el Tema de Walt Disney y la Fabricacion de juguetes en China





1.    El poder y la influencia de los negocios en la sociedad son más grandes que nunca.

Hoy en día grandes corporaciones internacionales hacen mal uso del poder que han adquirido y de la influencia que ejercen. Walt Disney, por ejemplo, aprovecha de la gran simpatía que ejerce en los niños para ofrecer un sin número de productos y servicios que obtiene, en su mayoría, mediante la producción de entidades subcontratadas. Este es el caso de sus fábricas de juguetes en China. Walt  Disney tiene el poder y la influencia necesaria para ubicar en cualquier parte del mundo fabricas de juguetes. Es así que opta por elegir lugares en los que no existe mayor control sobre las condiciones de trabajo dentro de las fábricas en donde las entidades subcontratadas  aprovechan al máximo el bajo costo de mano de obra para obligar a sus trabajadores a laborar el máximo número posible de horas al día. Es esa gran influencia con la que cuenta a nivel mundial la  que le permite obtener de forma rápida diversas opciones de subcontratación. Lamentablemente elige la opción más rentable para la compañía sin importar el grave daño que les hace a los trabajadores explotados de las fábricas subcontratadas. Lo peor de ello es que no muestra signos de interés por remediar la falta de control sobre las condiciones de trabajo de los empleados que fabrican sus juguetes.

2.    Las malas prácticas de negocios tienen el potencial de infligir un enorme daño en las personas, comunidades y medio ambiente.

Las malas prácticas de negocio llevan a las fábricas de juguetes Disney a infligir en un enorme daño contra sus trabajadores.  Ellos son obligados a trabajar prácticamente todos los días del año, incluso en el año nuevo chino. No contentos con esto, las fábricas obligan a los trabajadores a laborar hasta 17 horas por jornada diaria. Este exceso de tiempo dentro de las fábricas no es considerado como horas extra.  Además de explotar a los trabajadores, las instalaciones de trabajo no cuentan con el espacio suficiente para que los empleados puedan dormir. Un pequeño dormitorio que alberge a 24 personas resulta increíble y no brinda la comodidad necesaria para un empleado con exceso de carga de trabajo. Así mismo, que los empleados no cuenten con guantes ni mascaras para realizar sus labores dentro de la fábrica es muy peligroso. Es común encontrar quejas sobre dolores de garganta posiblemente ocasionados por el uso de pintura en aerosol para los juguetes. Por otro lado, los trabajadores no son los únicos perjudicados por el mal manejo de las fábricas de juguetes de Disney. Los hijos de los empleados no pueden contar con la atención que merecen de sus padres debido a que estos últimos pasan gran parte del día en un trabajo cuyo salario apenas les permite sobrevivir.

3.    Se necesitan mejores herramientas para comprender como responder a las expectativas de los stakeholders.

Es obvio que todos los grupos de interés de Walt Disney se ven afectados por las malas prácticas de negocio.  Esto se debe a que no se tiene claro las expectativas que poseen los stakeholders sobre el negocio. Se necesitan mejores herramientas para entender las necesidades de todos estos grupos de interés y llevar por un camino ético el desempeño de Disney. Es seguro que los accionistas quieren obtener rentabilidad del negocio pero no a costa del sufrimiento y maltrato de las personas que elaboran sus productos. Los ejecutivos no quieren ser condenados por la sociedad como líderes a los cuales no les importa el daño que ocasionen sus prácticas competitivas con tal de obtener buenos resultados. Los trabajadores quieren ser considerados como tales y recibir una remuneración correspondiente a la labor que realizan sin ser explotados y mucho menos humillados. China, por su parte, quiere dejar atrás esa imagen de un país que permite todo este tipo de irregularidades en el ámbito laboral. Así mismo, los clientes no quieren ser parte de una economía en la cual se tenga que explotar a las personas que elaboran los productos que desean adquirir. Disney está enfocado a un mercado de niños, los cuales merecen el máximo respeto al hacerlos parte de su grupo de interés.

4.    Pocos hombres de negocios han recibido entrenamiento en ética para los negocios.

Un gran ejemplo son los encargados de las empresas subcontratadas por Walt Disney para fabricar sus juguetes en China. No es ético que exploten a sus trabajadores, que los maltraten,  que vayan contra su salud, que les ofrezcan las peores condiciones para su desenvolvimiento dentro de la fábrica, que no cuenten con vacaciones ni descansos requeridos y que los indispongan ante sus hijos.  Si los encargados de las fábricas en China tuvieran bien claro los principios éticos que requieren los negocios, sabrían que sus colaboradores son personas con necesidades y que, como tales, merecen el mismo respeto que se le da a cualquier otro ser humano. Por otro lado, no basta con delegar la tarea de elaborar los juguetes a otra entidad. Walt Disney debería llevar un control de las actividades que se realizan dentro de las fábricas y ver que todo se realice en las condiciones más óptimas y éticas posibles. Lamentablemente, Disney no ve o no quiere ver las irregularidades que ocurren en las empresas subcontratadas a pesar de que esto perjudique la imagen ética que emite al público en general. 






No hay comentarios:

Publicar un comentario